viernes, 31 de julio de 2009

Vacaciones

Dentro de un rato, que se me va a hacer eterno, empiezo las vacaciones, casi cuarenta días de una nueva vida sin despertador ni ansiedad para sobrellevar el control horario. De entrada tengo una semana en un curso sobre bibliofilia y encuadernación que promete ser interesante, programado por una organización que dicen que es buena.

Encerrado en casa si no hay cambios de última hora, voy a tratar de no perder la paciencia con la ayuda de Pérez Galdós y la terapia ocupacional en pequeñas cosas: sellos para misiones, libros para la biblioteca del barrio, viajes al encuadernador, proyecto sobre genealogía, etc.

Las reparaciones en el tejadillo de la ventana ante la expectativa muy probable de las lluvias de septiembre me han tranquilizado un poco pero con el administrador de la finca tengo la sensación exasperante de estar viviendo la misma película que hace casi veinte años. Intentaré mantener la calma y no rendirme.

miércoles, 22 de julio de 2009

Jornada

Si he conseguido dormir un poco, mi día empieza con el grito del despertador a las seis. Hasta las 6.40 h., me da tiempo sin prisas ni agobio a ducharme, tomar el desayuno, vestirme y preparar el bocadillo. El autobús es muy puntual y llega a la parada a las 7.12 h.

Superada la ansiedad del fichaje de entrada, me toca esperar desocupado, inquieto y aburrido a que lleguen las 14.30 h. Los únicos alicientes son la tertulia del almuerzo, la suplencia en la sala y ajustar el transporte de regreso.

Llego a casa cansado, sudoroso y disgustado. Después de comer, fregar y recoger la fregada, mi mayor preocupación suele ser que pase el tiempo rápidamente entre la lectura y las propuestas de la pantalla del ordenador, básicamente prensa digital, juegos e información meteorológica. En otra ocasión relacionaré las pequeñas municias que marcan el paso de los días.

martes, 21 de julio de 2009

Casi todo ha cambiado

En el ambiente de la casa parece que hay más silencio y menos color porque las voces y las luces que dominaban la situación se han apagado. Todavía por inercia pienso en los programas de TV que van a hacer.

En la mesa hablamos poco por el calor sofocante, por la falta de proyectos, iniciativas e ilusiones, por la carga abrumadora de quince años de disgustos, broncas, desencuentros y renuncias sin correspondencia. La verdad es que no tengo ganas de disputas y me voy hundiendo poco a poco en la nada.

lunes, 20 de julio de 2009

Cambios y expectativas

Con un ruido brusco y seco se va la imagen de una pantalla, que nos ha acompañado quince años, porque muy probablemente se ha fundido algún dispositivo. Es como si empezara una nueva vida en el uso de nuestro tiempo libre, en la organización de nuestra agenda diaria. En este tiempo de calor me tocará caminar, buscar, elegir, pagar y recibir un artefacto nuevo para engancharnos.

La lectura de La Regenta de Clarín puede ser una solución enriquecedora para intentar que el desánimo y la desazón no me dominen y me arrastren a la ira. Han cambiado mis mañanas de los sábados pero no voy a renunciar a las viejas películas en DVD aunque me canse de estar sentado ante el monitor del ordenador. Lo tenemos casi siempre encendido y es una ventana abierta a nuevas posibilidades de formación y entretenimiento con riesgos que hay que evitar.

No puedo dejar pasar estas semanas sin que se hagan las reparaciones en la protección de la ventana antes de que lleguen las lluvias.

jueves, 16 de julio de 2009

Resistencia

Las tardes y noches en el Palau de la Música me ayudan a sobrellevar este calor húmedo y tropical que me hace recordar mis viajes a países africanos y asiáticos de la zona tropical. A nivel de sensaciones y emociones espero mucho de la fiesta musical de Marsalis y su orquesta porque no tengo conocimientos para emitir un juicio crítico de la interpretación.

La lectura de Item y de los manuales Saber hablar y Tratado de genealogía, heráldica y derecho nobiliario es una forma culta de ocupar el ocio y cultivar la mente. Con este objetivo he asistido a un excelente curso de la UIMP sobre identidad europea, ciudadanía y globalización cuyas sesiones se han centrado casi de forma exclusiva en analizar la creciente, pujante y amenazadora presencia islámica en las sociedades europeas. La intervención de Alexandre del Valle me impresionó vivamente por su riqueza intelectual y formal lo mismo que las reflexiones y recuerdos de Alfonso Rojo que evocó sus experiencias de reportero de guerra.

La civilización islámica impone sus principios y criterios de vida de manera lenta, progresiva, constante y tenaz mientras los europeos se desentienden de sus tradiciones y reniegan de sus valores culturales.

sábado, 4 de julio de 2009

Cosas de junio y julio

Fuera de mi entorno cotidiano he participado estas semanas en celebraciones familiares que han roto la rutina con momentos agradables. El paso fundamental en la vida de un niño sirve de motivo para la reunión y la alegría en un marco de naranjos y pinares. Las nuevas generaciones van pidiendo paso.

Entre pinares, prados y mares de trigo verde se pasan horas casi felices aunque los mordiscos de tábanos y mosquitos te apartan de la poesía bucólica y del sueño pastoril. La noche y el amanecer con la música de los pájaros tienen en la montaña unos rasgos muy diferentes y alejados del tiempo de las ciudades. Un nuevo encuentro familiar en el que los hechos y acciones en positivo superan las pequeñas espinas de la convivencia.

La mezcla de la gran música rusa del siglo XIX y la sinfonía de los planetas y las estrellas me ha permitido vivir una experiencia deliciosa en la que las emociones se desbordan y la alegría se instala en las facciones.