jueves, 25 de marzo de 2010

Primavera entre nieblas, albañiles y fútbol

En la asistencia al estadio, afortunadamente para presenciar victorias, me doy cuenta del paso de los años. Dudo sobre la escalera que me lleva a las gradas, me tiemblan las piernas hasta llegar al asiento, y me molestan las rodillas a la hora de salir. No obstante, el tema de ir al aseo lo llevo bastante bien. El sistema establecido de dos partidos por semana hace que las cosas vayan demasiado rápido.

La presencia de albañiles en el hogar trastoca los ánimos, los horarios y las costumbres de cada día, especialmente cuando las operaciones se desarrollan en la cocina y el cuarto de limpieza. Hay que mover recipientes, cubos, envases, mesas, carritos de fruta y verdura, nevera,... comer fuera de casa, cambiarse de ropa con otra frecuencia, etc.

martes, 16 de marzo de 2010

Empieza a bullir la sangre

Los zafiros, rubíes, topacios y esmeraldas revientan la noche con su luz y su estruendo, enganchan la mirada de miles de ojos con deseos de huir, y se desvanecen en las tinieblas heladas que no han llegado a vencer. Los castillos junto con la música y las flores forman la cara feliz y amable de la fiesta cuando a ras de suelo el salvajismo y la suciedad se apoderan de las calles.

"El concierto", "An education" y "El circo de las mariposas" se han reunido en pocos días para abrir el corazón, excitar la sensibilidad y desatar las emociones.

sábado, 6 de marzo de 2010

Pasan los días

Cumplidos dos meses de este año, parece que el tiempo se acelera y que el desánimo no va a desaparecer. El sol se resiste a lucir salvo algún día que preludia la primavera. Camino hacia ninguna parte dominado por el tedio, el hastío y la abulia. La lectura de revistas profesionales y de aficiones no me apasiona y no quiero que me enganche el juego de encajar figuras geométricas en la pantalla del PC.

Únicamente una boda católica ha roto la rutina monótona de estas semanas. Me sentí a gusto en la ceremonia y en la comida

El boquete abierto en el techo de la cocina es otra novedad inquietante en este tiempo de lluvias.

La semana próxima tengo el segundo viaje a la UNED de Madrid. No sé que reacción va a tener el profesor cuando reciba el borrador de mi trabajo.