Han sido cuatro días de excursiones por una provincia con una población de 200000 habitantes. Hemos viajado entre girasoles, trigales ya segados y bosques de pinos y carrascas, una experiencia satisfactoria y agradable.
El arte religioso, sean tallas, retablos, tablas, portadas o interiores de templos, ejerce sobre mí una atracción que no sabría definir. En Guadalajara he podido admirar desde el románico final del s. XII hasta el barroco del s. XVIII ; si tuviera que quedarme con algún lugar elijo sin dudar Atienza, con un templo, la colegiata de Pastrana, y entre las obras de arte me ha cautivado sobre todas la tumba del doncel en la catedral de Sigüenza. Ciertamente ha sido un gran viaje.
En el "curro" me esperaban la tranquilidad y la nada, lo que no ha sido una sorpresa. No sé si el lunes cambiarán las cosas.
En los noticiarios de la TV me enganchan las imágenes y las voces de la catástrofe del Perú, y me superan las emociones.
sábado, 18 de agosto de 2007
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