Divagaciones

Tomar el desayuno antes o después de vestirte, aumentar o reducir el número de galletas, aprovechar el tiempo de hacer el café para ducharte, ponerte la ropa empezando por la cabeza o por los pies, coger la bolsa llena de basura y preparar una nueva con su fondo de papel de periódico, ir al trabajo en autobús o andando, cambiar la calle del itinerario hasta la parada, tomar el autobús en una parada diferente, pasarte a otra de las líneas de autobús que llevan al trabajo, bajarte en una parada antes de la que corresponde,... son algunas variantes en el uso del tiempo en las dos primeras horas de la mañana.

Avanza la primavera

Las comedias amables después de fregar los cacharros de la cena, las películas del Oeste al atardecer, el concurso de preguntas y apuestas que entretiene mucho y bien, las comedias francesas amenas y divertidas en el cine de los domingos, la adicción a la lectura de Galdós que novela los años del Sexenio Revolucionario y el momento intelectual de la "Historia de la teoría política" son los materiales que construyen mi vida en estas semanas de primavera con nubes, lluvias y ratos de sol.

Ratones, hombres y agobio

La pelea interminable para no quedar sepultado por lo superfluo me enfrenta a los envases de plástico, vidrio, cartón y hojalata de los productos alimenticios, a los periódicos y revistas ya leídos, a las fundas y solapas de las películas en DVD, a las botellas de los productos de limpieza, a los borradores manuscritos de los apuntes y notas tomados aquí y allá, a la propaganda que amenaza con reventar el buzón, etc., manifestaciones materiales de una civilización urbana apoyada en el consumo. Cada viaje a los contenedores es como una liberación.
Atiborrados los armarios, los estantes y los cajones, me siento ahogado y agobiado por tantas cosas banales que se amontonan por la fiebre materialista de tener, quizás para olvidar la angustia que anida en el fondo de nuestra alma.
La película "De ratones y hombres", basada en una novela de Steinbeck, me ha parecido una excelente crónica social de la vida rural en los Estados Unidos durante la Gran Depresión.

La mujer y la ansiedad

Una amable y graciosa comedia francesa dedicada al ejercicio del poder por las mujeres no es remedio suficiente para superar la ansiedad producida por llevar meses sin una carga relevante de trabajo. Acabada, probablemente con buen resultado, la investigación académica comprometida con la UNED, mis únicos consuelos son la novela histórica, los crucigramas, la historia de la teoría política y una excelente serie televisiva sobre la vida inglesa a principios del siglo pasado. No debería revolver tanto el tema de la angustia por falta de alicientes porque considero que no voy a sacar conclusiones prácticas. Solventadas las necesidades básicas primarias, quizás la vida se reduce a una lucha diaria por una ocupación del tiempo que resulte satisfactoria, reconfortante y liberadora de acuerdo con los parámetros éticos que uno elige para su vida.

Un campo semántico y un ciclo de cine

La ocupación del tiempo genera un campo semántico de sensaciones y sentimientos compuesto en estos meses por las palabras abulia, aburrimiento, angustia, ansiedad, apatía, astenia, desánimo, desesperanza, desilusión, hastío, tedio,... Para superar esta prolongada situación he disfrutado mucho con las películas en versión original de un ciclo de cine dedicado, salvo una excepción, a la práctica política estadounidense: Senado, candidatos, elecciones primarias, gobernadores, presidencia y vicepresidencia, etc. Es muy loable la gran capacidad que tienen en los EEUU para analizar su sistema político con trabajos excelentemente realizados que se ganan el favor del público.