viernes, 25 de febrero de 2011

De nuevo sobre el tiempo en dos dimensiones

Parece que se está acabando el anticipo de primavera que nos ha traído el anticiclón y no remite la angustia por llenar de contenidos el paso lento de las horas. Una y otra vez entro en las cuentas de correo electrónico y en las páginas de la prensa digital en busca de novedades y alicientes que casi nunca llegan.
El curso master sobre bibliotecas patrimoniales que me anunciaron en verano se manifiesta con un precio disuasorio.

martes, 22 de febrero de 2011

Las tardes de los lunes

El paso del tedioso aburrimiento en silencio a la espera ansiosa de que acabe ya el concierto es el mejor resumen de mi estado de ánimo y equilibrio psicológico. Con el reloj detenido, la tarde se eterniza en mi zona de trabajo mientras que durante la interpretación de las piezas si la música no me engancha y desata mis emociones miro a cada momento la posición de las saetas.

lunes, 21 de febrero de 2011

Velocidad, cultura y fantasmas

Perdido el romanticismo de los paisajes capturados y recreados desde la ventanilla del tren, el vuelo de la alta tecnología une las ciudades de Valencia y Madrid y comprime las vivencias sin tiempos muertos de descanso, de modo que lo que pierdes por un lado lo ganas por otro.
Cuando historiadores de prestigio y especialistas reconocidos presentan una disciplina, abordan unos contenidos, me instalo en una dependencia intelectual cargada de admiración. Ocupar la mente en símbolos, razones, descripciones y juicios de hechos históricos y sociales me llena de satisfacción.
El matrimonio llama a los fantasmas y éstos se apoderan de la escena en una trama sumamente divertida que entretiene muy bien, de forma que te evades por unos instantes de las ansias y angustias cotidianas.

jueves, 17 de febrero de 2011

Ficción, recreación y fantasía

El cine como espejo crítico, canal de evasión y proyección de deseos resulta un medio ideal para ocupar las horas con el disfrute moral, sensual y estético que nos provoca. En el caso de la vida juvenil de Lincoln se trata de la representación magistral de los mejores valores del hombre en una comunidad con el imperio del Derecho como clave. El encuentro veraniego entre el oficinista de mediana edad y la ingenua explosiva se resuelve de acuerdo con las convenciones del sistema establecido criticadas con la aguda, ácida e ingeniosa ironía de un genio de la comedia.

martes, 15 de febrero de 2011

Dependencia

Los aparatos activados con energía eléctrica y la tecnología electrónica instalada en nuestras vidas nos crean un vínculo de dependencia que puede llegar a ser una agobiante opresión. Tubos fluorescentes, bombillas, electrodomésticos, calentadores, televisor, transistor, teléfono fijo, teléfono inalámbrico, teléfono móvil, aparato de aire acondicionado, equipo informático, ordenador portátil, etc., forman una cadena que nos rodea, el contexto de casi todos los momentos de nuestra vida urbana.
El corte de energía eléctrica o el fallo de uno de los equipos repercuten inmediatamente sobre nuestro estado de ánimo.

lunes, 14 de febrero de 2011

En territorio prohibido

La fuerza económica y social de los Estados Unidos, tierra de la igualdad de oportunidades y crisol de razas y culturas, no puede ocultar las historias terribles de los inmigrantes humillados y explotados que luchan por sobrevivir.

martes, 8 de febrero de 2011

La condición humana

El locutor despedido y rechazado por atentar directamente contra los cánones del sistema establecido y la mujer sometida y humillada se encuentran en la terraza de una finca en la España de los años cuarenta del siglo pasado. Es una jornada particular en la que desnudan sus sentimientos y emociones con una interpretación que te engancha y sobrecoge por su realismo y naturalidad.

viernes, 4 de febrero de 2011

Angustia y tensión

Ni el cine, ni el teatro, ni los juegos de ordenador consiguen que supere la angustiosa tensión que me devora en este tiempo de noches frías y días soleados. Intento reflexionar sobre las causas de este estado emocional y no encuentro unos motivos racionales y razonables que me convenzan salvo posibles aproximaciones por especulación como la falta de carga de trabajo desde hace años, la figura en decadencia de mi padre y la instalación en el subconsciente de la muerte de mi madre.