domingo, 22 de marzo de 2009

La vida en primavera

Superado un año más el salvajismo sucio y ruidoso de los días de fallas que anula por completo la belleza de las celebraciones, parece consolidada la primavera cargada de fuerza y optimismo en la música, las mascletaes, las flores y la indumentaria de las falleras, la delicia del chocolate con buñuelos, etc.

A pesar de todo esto siento que me falta algo en el interior. He recuperado la misa cantada de las 19.00 h., con la exquisita y primorosa alabanza del "Magnificat", me ha confortado la lectura de "Jesús de Nazaret", se han delimitado las probables causas de los problemas de la cubierta, ganó ayer mi equipo cuyos resultados deportivos me afectan más de lo debido, pero, repito, no acabo de superar la angustia interior que me atenaza.