jueves, 23 de agosto de 2012
Sobre el calor húmedo que no se acaba
Dar vueltas en la cama con continuos cambios de posición, voltear la almohada una y otra vez, empaparla de sudor, mirar el despertador con anhelo ansioso de que se hayan movido las agujas, levantarte a dar una vuelta a oscuras, beber agua, buscar en vano un caramelo para cambiar el gusto,... la noche se hace desesperadamente larga
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